Las "Magallanes", son computadoras portátiles, también conocidas como "Classmate PCs" que en Uruguay el Estado le brinda a los estudiantes de Educación Primaria y Enseñanza Media y Secundaria del ámbito público, y a algunos profesores vinculados educacionalmente a dicha población estudiantil.
También existen familias, generalmente de bajos recursos económicos, que son beneficiarias de este proyecto.
También existen familias, generalmente de bajos recursos económicos, que son beneficiarias de este proyecto.
En ocasiones, "las Magallanes" también llegan a las instituciones educativas y se utilizan para las necesidades pedagógicas que allí se susciten, no sin olvidar las necesidades pedagógicas implantadas por el mismo Plan Ceibal.
El Plan Ceibal (empresa privada paraeducativa de grave injerencia en la educación pública uruguaya), también dispone de otros modelos de ordenadores portátiles, con los cuales pretende alcanzar cada vez mayor cantidad de círculos sociales en Uruguay, como el de los trabajadores jubilados y las "tablets".
Si bien se presume que el Estado uruguayo no costea el 100% del valor de cada una de las computadoras que regala (1: no está en condiciones de hacerlo; 2: es posible que no esté en su intención principal puesto que en un país subdesarrollado y con su tejido social lleno de parches sea un desacierto histórico invertir en este tipo de megaproyecto; 3: la "opinión pública", los "medios de comunicación" y la "oposición política de turno" estarían vociferando a los cuatro vientos acerca de los despilfarros de dinero que esto generaría, y que bien podrían invertirse en salud, educación efectiva, vialidad, etc.), lo cierto es que se cree que aporta cierta cuota del mismo, gracias a los impuestos que los uruguayos pagamos mes a mes y a nuestro generoso y nunca bien ponderado PBI.
Si bien se presume que el Estado uruguayo no costea el 100% del valor de cada una de las computadoras que regala (1: no está en condiciones de hacerlo; 2: es posible que no esté en su intención principal puesto que en un país subdesarrollado y con su tejido social lleno de parches sea un desacierto histórico invertir en este tipo de megaproyecto; 3: la "opinión pública", los "medios de comunicación" y la "oposición política de turno" estarían vociferando a los cuatro vientos acerca de los despilfarros de dinero que esto generaría, y que bien podrían invertirse en salud, educación efectiva, vialidad, etc.), lo cierto es que se cree que aporta cierta cuota del mismo, gracias a los impuestos que los uruguayos pagamos mes a mes y a nuestro generoso y nunca bien ponderado PBI.
El porcentaje restante es cubierto por empresas privadas que permanecen en el anonimato, o al menos, empresas privadas que la gente común (incluídos los usuarios de las Magallanes) no conoce siquiera en una mínima parte.
¿Deberíamos conocerlas? ¿Por qué nos "entrometemos" en este tema?
Estamos hablando de la Educación Pública, estimado lector.
Público implica transparencia, responsabilidad, accesibilidad... ¿para quién? Justamente, para el público, o dicho de modo un tanto directo, para el pueblo.
Escribo esto y pienso en la Educación Pública otra vez, y las salvajes batallas que en su arena se suscitan a causa de las empresas productoras de libros de texto... Libros que están lejos del alcance de lo que una familia que envía a sus hijos a la Escuela Pública podría sostener en materia de precios.
¿Cuántos libros de texto existen, por año, en la Escuela?
¿Qué duración o escalabilidad pedagógico-lectiva presenta cada uno de ellos?
¿Es lo mismo comprar un libro de la Editorial Santillana que uno de la Editora Monteverde?
¿Por qué ostentan, entre ambas, la mayor parte del mercado de los libros de texto nacionales?
¿Cuál es más accesible? ¿Ninguna? ¿Estamos hablando en serio?
La mayoría de los docentes (sobre todo los que son maestros)... ¿han leído ambos y recomiendan a conciencia? ¿O están seducidos por los descuentos del 40% al comprar que les hacen Santillana y otras empresas? ¿Cuánto pesan, tristemente, los libros, bolsos, accesorios, y toda cuestión de seductora baratija marquetinera que les regalan las empresas en función de que ellos recomienden un libro y no otro?
Además de decenas de fotos de cuarto de página a todo color en un pequeño puñado de hojas impresas con la máxima calidad posible y sin pensar en el ahorro... ¿qué contenido es realmente aprovechable?
¿Son referentes éticos, morales o pedagógicos los autores que los escriben, respecto al resto del conjunto docente? ¿Algún docente de mayor y mejor formación y experiencia pedagógica habrá quedado fuera de tan elitista, cerrada y turbia selección de autores?
Admito que lo que estoy comentando no es exactamente pertinente si tomamos en sentido estricto al artículo, pero el ávido lector ya se habrá dado cuenta qué relación tiene, o podría llegar a tener, dicha información con el mismo.
Podría suponerse que la empresa Microsoft (o alguna de las empresas en las que el Sr. Bill Gates tiene presencia) aporta una parte de ese dinero, puesto que el Sistema Operativo de código cerrado, comercial, restrictivo, fomentador de la piratería -la cual es su fuente vital de existencia- (estoy hablando de Windows), hasta el momento viene preinstalado en las Magallanes de los profesores, así como la clásica suite de oficina "MS Office", la cual, en Uruguay, por cierto, no funciona siquiera insertándole claves originales de activación. Esto, evidentemente, no es responsabilidad de Microsoft o del vilipendiado Gates, sino de quien decidió preinstalar Windows y Office en las Ceibalitas... ¿Quién fue? ¿Qué estructura de trabajo siguió antes de tomar esa decisión? ¿En qué datos se basó para ello? ¿A quién consultó? ¿Hubo expertos pedagógicos e informáticos locales de altísimo nivel dirigiendo tan magnánimo proyecto? ¿Estaban capacitados para tomar decisiones tan importantes para este tipo de acción injerente?
Sabemos que Windows es el Sistema Operativo más popular. Sabemos que es plenamente funcional. Las críticas que se le pueden hacer con todo derecho no estriban en estos puntos. Windows es, sin duda, el mejor producto de Microsoft. El segundo, es MS Office, más allá de las críticas que también puedan hacérsele, por ejemplo, por no haberse propuesto la utilización de formatos de documentos estándar como lo hace LibreOffice, por ejemplo. Aunque, como las instituciones eclesiásticas, 500 años después, terminan aceptando la triste realidad con rostro serio y sin hacer introspección alguna ni tener algo de dignidad ni vergüenza al respecto.
Pero Microsoft no se queda en esto: ha diseñado cientos de productos, y los que no ha diseñado, los ha adquirido o absorbido, como por ejemplo, el software de los teléfonos Nokia y el clásico software de mensajería instantánea y videoconferencias "Skype".
Pero no compite en ciertas áreas, porque simplemente no se lo propone. Es muy mediocre en cierto aspecto. Esto lo demuestra con su tosco Windows Media Player, su inseguro y prescindible Internet Explorer, y con su lerda, inestable, burda e ineficiente suite de seguridad: la clásica "MS Security Essentials".
La misma, viene preinstalada en las Magallanes (¿no había otro antivirus mejor que éste al momento de sacar las máquinas a la calle? ¿y otro que hiciera funcionar mejor a estas computadoras de penosa capacidad de hardware? Y... ¿alguna suite de seguridad de código abierto?).
MS Security Essentials obtiene, año tras año, los peores galardones en materia de análisis viral y gestión y rendimiento del ordenador. Y a Microsoft, ¿le importa? ¿Y al Plan Ceibal?
La misma, viene preinstalada en las Magallanes (¿no había otro antivirus mejor que éste al momento de sacar las máquinas a la calle? ¿y otro que hiciera funcionar mejor a estas computadoras de penosa capacidad de hardware? Y... ¿alguna suite de seguridad de código abierto?).
MS Security Essentials obtiene, año tras año, los peores galardones en materia de análisis viral y gestión y rendimiento del ordenador. Y a Microsoft, ¿le importa? ¿Y al Plan Ceibal?
Hay que hacer notar que estos datos no solamente los aporta quien escribe, sino gente que seriamente se dedica a comparar aspectos generales de los antivirus más conocidos, tal como lo son AV-TEST y AV-COMPARATIVES, por poner un par de más que suficientes ejemplos.
Es posible que la empresa Canonical (creadora de Ubuntu), aporte otro tanto, sino, hagámonos esta pregunta: ¿por qué las Magallanes de algunos profesores y de absolutamente todos los estudiantes poseen justamente Ubuntu, siendo que existen distribuciones GNU/Linux mucho más adaptables a los planes educativos, menos cuestionadas por las comunidades GNU y Linux en general, y más merecedoras (debido a sus políticas no comerciales, pro-educativas y no autoritarias) de estar en este proyecto? No dudemos de la robustez ni de la eficacia de Ubuntu, sino de la intención que siempre lo ha teñido. Lo importante, para Ubuntu, siempre ha sido el Sistema en sí, no el usuario. Igual que para Microsoft sucede con todos sus negligentes productos, y salvando las distancias.
No hay que olvidar que Linux es solamente un núcleo, es decir, un corazón lógico para un Sistema Operativo cualquiera. ¡Habría que ver a Windows corriendo sobre núcleo Linux!
Volviendo al tema, sobre este núcleo o corazón descansan los Sistemas GNU, entre otros, cosa difícil de comprender en un primer acercamiento para aquél que no esté cerca de otros Sistemas que no sean de Microsoft, como Windows 3, Windows 95, Windows 98, Windows 2000, Windows XP, Windows Vista, Windows 7, Windows 8, Windows 10...
Intel-IBM también debe -seguramente- donar materiales para la construcción de estos prácticos ordenadores. No existen, hasta el momento, computadoras Magallanes con microprocesadores de otra empresa que no sea ésta, como podría ser la gran "AMD", por ejemplo, sumamente amiga de los proyectos OpenSource, generosa con los Sistemas Operativos "abiertos y gratuitos" al producir hardware, en contraposición con IBM y sus políticas de descuido general a emprendimientos no comerciales (dicho "en criollo", general desinterés por los Sistemas "GNU/Linux"). Ya los usuarios de software libre cobraremos con creces estos atropellos. "Si no los despeina el viento, los va a despeinar la Historia", dicen los Olimareños en una de sus canciones.
Descifrar estos costos e interrogantes aún es muy difícil para nosotros, gente común que se mueve en los ámbitos educativos, ya como educadores, ya como educandos, o dicho en criollo, una vez más: como profesores y estudiantes.
Podemos agregar, como curioso dato, que el impulsor máximo del proyecto OLPC en el cual se basan todas estas políticas de inclusión tecnológica en países subdesarrollados, es decir, One Laptop Per Child, ("una laptop por niño") es el Sr. Nicholas Negroponte, a quien debemos tener consideración por haberse movido por esta causa tan impactante como respetable de entregar, en varios países, una computadora a cada niño... (otra vez: ¿por qué se eligió un Sistema con Escritorio Sugar imposible de cambiar, el escritorio más difícil de compatibilizar con cualquier ordenador y a su vez el Escritorio menos útil y más tosco para el aprendizaje de ¡nada menos que enseñanza inicial y primaria!?)...
Pues bien, Nicholas es hermano de John Negroponte, quien es miembro del National Intelligence Council o "NIC" (Consejo de Inteligencia Nacional de Estados Unidos de América), y del cual hay muchísima información en Internet que conviene leer si es que somos gente que cuestiona las cosas y queremos llegar un poco al fondo de las cuestiones que no poseen la cristalinidad esperada... estamos hablando de Educación Pública, no de la apertura de un nuevo centro de compras ni de recepción de tropas norteamericanas.
Por ahora es todo, pero lo evidente es que este artículo resultó corto.
De ahí su título.
De ahí su título.
No puedo continuar desarrollándolo por ahora, pero al menos comencé a escribirlo y dejé la puerta abierta para continuar en cuanto pueda.
Querido lector, te espero en cualquier otra oportunidad. Como siempre, estás invitado a dejar tu comentario.
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